"El automóvil se
dibuja en mi imaginación como el símbolo mismo de la falsedad y el espejismo.
Ahí están, miles y miles de ellos, en tal profusión que pareciera que no hay
hombre tan pobre que no pueda poseer uno. En Europa, Asia y África, las masas
de trabajadores exhaustos contemplan con ojos húmedos este Paraíso en el que el
obrero va a trabajar en su propio coche (...). Ven un bonito y brillante coche
que ronronea como un gato; ven infinitas carreteras de hormigón tan suaves y
lisas que al conductor le cuesta trabajo mantenerse despierto; ven cines que
parecen palacios, ven grandes almacenes con maniquíes vestidos como princesas.
Ven el brillo y la pintura, las fruslerías, los cacharros, los lujos; no ven la
amargura en el corazón, el escepticismo, el cinismo, el vacío, la esterilidad,
la desesperación, el desaliento que devora al trabajador americano."
Henry
Miller, 1940. A Una pesadilla con aire acondicionado, Navona Editorial,
Barcelona, primera edició, octubre del 2013. Traducció de José Luís Piquero
Ens hem comprat un cotxe.
Llúcia Garcia i Torras